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Confort térmico: El aislamiento adecuado ayuda a mantener una temperatura interior más estable, lo que significa que la vivienda será más cómoda durante los días calurosos de verano. Evita que el calor exterior entre en exceso, permitiendo que los residentes se sientan más frescos dentro de sus hogares.
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Ahorro energético: Al mantener una temperatura interior más estable, se reduce la necesidad de utilizar sistemas de aire acondicionado o ventilación artificial. Esto conduce a un menor consumo de energía y, por lo tanto, a facturas de servicios públicos más bajas.
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Sostenibilidad ambiental: Al reducir la dependencia de sistemas de climatización, se ...